viernes, 18 de marzo de 2016

EL TONTO MOTIVADO. ( ANATOMÍA DE UN PLAN ESTRATÉGICO#2)

 La primera vez que oí hablar del tonto motivado me pareció una idea simple y genial. La oí en una conferencia de Emilio Duró. Emilio explicaba que no hay nada peor que un tonto motivado. Personas que no tienen las aptitudes adecuadas para lanzarse a realizar alguna actividad pero van sobrados de motivación. El resultado de esta conjunción es clara: se la pegan a la primera de cambio. El ejemplo que él mismo contaba era esclarecedor. Si tienes que saltar un seto de considerable altura, buscas un potro de carreras. Porque si intentas saltar el seto con un burro, la leche es memorable. Al margen de lo divertido del ejemplo y trasladado a la búsqueda de empleo, debemos tener cuidado con esa motivación que algunos libros de autoayuda nos plantean como el elemento indispensable para afrontar una búsqueda de empleo con éxito.
Eres capaz de todo, el poder está en ti, el universo conspira para que realices tus sueños, todo sucede por algo. Algún día todo tendrá sentido. Así que por ahora ríete de la confusión, sonríe a través de tus lágrimas, porque todo pasa por una razón…  Si puedes imaginarlo puedes conseguirlo, si puedes soñarlo puedes serlo… sonríele a la vida. Ella te devolverá la sonrisa…

No tengo la intención de que dejes de leer “El Alquimista”, pero si me preocupa que algo parecido a una efervescencia pasajera  y espontánea que parece motivación,  nos haga pensar que somos capaces de todo porque nos lo merecemos; que nos haga esperar pacientemente  a que todo se solucione y que nos convenza de que  la confusión por la que estamos pasando es positiva. Nada más lejos de la realidad, desde mi punto de vista. Los estados de incertidumbre no son necesarios para crecer o para hacernos mejores personas. Al contrario, pueden degenerar en cuadros de ansiedad incapacitantes. No caigamos en el error de pensar que todo lo que necesitamos para salir adelante es motivación y paciencia. Porque cuando las cosas no pasan como queremos, la ansiedad se instala en tu mente y de ahí de difícil (que no imposible) sacarla.

Ni el Universo conspira para que tus sueños se hagan realidad ni tampoco centra todos los marrones en tu cabeza. El universo está ahí, sigue su curso y no podemos responsabilizarlo de nuestros éxitos ni fracasos. Como estés esperando que el cosmos te mande una oferta de empleo, haga que la chica que te gusta  te haga caso, o tome decisiones por ti… estás apañado.

No sé si te has dado cuenta pero no sobrevive el más listo; sobrevive el que mejor se adapta.

Sé el que mejor se adapta. Muchas personas confunden tener motivación con ser positivo, y ser  positivo con esperar que todo se solucione y ver pasar el tiempo… que daño han hecho algunos libros de autoayuda. La  autoayuda fue para el autor del betseller  que ganó dinero a nuestra costa, claro.
¿Quieres una frase para colgar en tu pared? Cuelga estas de Duró en la conferencia a la que asistí.

Huye de la sonrisa por obligación y da la bienvenida al trabajo duro y al cambio.
Si buscas resultados distintos, haz cosas distintas.  Deja de esperar a que las cosas pasen.  Así no te van a pasar. Sal ahí fuera y haz que pasen.
No te vuelves idiota cuando te despiden. Sigues siendo un profesional como siempre.
La vida no te va a ir mejor porque te lo merezcas. La vida te irá mejor cuando cambies lo que ahora te va mal.

Eso sí es motivación de la buena. No de la que viene de los manuales de autoayuda, sino de  la que viene de ti, de dentro. Nos han vendido un perrito piloto y nos han dicho que eso es motivación… Trabajaremos la motivación en otro post.

Volviendo al tonto motivado. Reflexiona conmigo. ¿Por qué crees tú que el burro no pudo saltar el seto? Probablemente porque no tenía la forma física de un potro de carreras o porque el seto era demasiado alto.
“El burro” debe conocer sus propias debilidades y las posibles amenazas que puedan dificultar el salto al seto. El tonto motivado debe saber qué le falta para conseguirlo. Tampoco estaría mal que supiera en qué es un fiera. Las fortalezas con las que cuenta o las oportunidades que pueden favorecerle del exterior. Todo esto,  más la motivación después de haberse leído “¿Quién se ha llevado mi queso?” quizás le funcione. Pero la motivación por si sola es igual a castañazo. Imagínate al burro dando tres pasos atrás a lo Cristiano Ronaldo ante un penalti,  pensando…“yo puedo, yo puedo”… “soy capaz de todo”…  justo antes de estamparse en el seto.

Antes de enfrentarte a tu búsqueda de empleo, antes de motivarte para el desafío… debes conocer los elementos con los que partes, y los que te faltan. Mucha gente se salta esta fase en su Plan Estratégico, no cometas su mismo error, que el seto está muy alto. Ese diagnóstico de tu situación se llama DAFO.


El DAFO inicialmente se crea en el ámbito empresarial y se traslada al ámbito personal y profesional con el cambio de milenio. Estamos ante una herramienta analítica iniciadora del pensamiento estratégico.
Mi intención en este Post no es explicarte qué es o cómo se hace un DAFO. Hay cientos de webs que lo harán mejor que yo. Puedes visitar “El Blog Salmón”, por ejemplo para profundizar sobre su funcionamiento y aplicaciones.

Lo que si voy a decirte es algo importante.
Cuando hagas tu DAFO, recuerda estas dos cuestiones: sé sincero contigo mismo en relación a tus debilidades. Esta herramienta es para que tú te conozcas y sepas hasta dónde puedes llegar. No te mientas a ti mismo.   Y tienes más fortalezas de las que crees. Absolutamente todos los que hemos hecho DAFOs en nuestra vida, hemos encontrado más Debilidades que Fortalezas. Nos cuesta mucho reconocer lo bueno que hacemos, nuestras cualidades quizás las sepan los demás pero nosotros solemos ser duros e inflexibles con nosotros mismos.
Si eres un crack en algo, debes reflejarlo en tu DAFO. Cuanto más real y más se ajuste a tu situación personal y profesional,  mejor irá tu Planificación Estratégica.


Ya tienes tu Objetivo Profesional definido (POST ANTERIOR #1)  y ahora ya sabes cuál es el segundo paso (DAFO#2). La semana que viene veremos cómo los Objetivos se convierten en tareas concretas y evaluables. 


Fuente:     // http://deisabelinasmaneras.blogspot.com.es/

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