jueves, 27 de agosto de 2015

SÉNECA: FRASES

Quien de su cuna se jacta, mérito de otros alaba.

Las armas no tienen mesura: no es fácil aplacar ni contener la ira de una espada desnuda.

Lo que fue duro sufrir es dulce de recordar.

La primera hora que nos dio la vida ya ella misma nos la quita

Lo más cerca de unas manos inocentes: las que son de su crimen inconscientes.

El que ruega y no insistió está incitando al no.

Las penas ligeras hablan, la más profundas se callan.

Lo que quieras que otro calle mejor te lo callas antes.

Lo que la razón no puede, cura el tiempo muchas veces.




El que peca y se arrepiente cerca está del inocente.

Más fácilmente perdone el que necesita perdón.

La lealtad ganada con dinero es vencida con dinero.

Amenaza horrible muerte
al que todos bien conocen
y muere sin conocerse.

Todo aquel que rehuye el camino de enmedio, nunca ha de correr por seguro sendero.

El que, pudiendo, no evita un delito, a él incita.

A quien menos se le debe permitir es a quien le está todo permitido.

El hombre, para el hombre, un peligro cotidiano.

La vida es como el teatro: no importa lo que dure la representación, sino lo bien que se haga.

Ha nacido para pocas personas el que se limita a pensar en la gente de su época.





Sufre más de lo necesario el que sufre antes de lo necesario.

No consideres nunca feliz al que está pendiente de la felicidad.

El mejor olor del cuerpo es no tener ninguno.

Mienten los que dicen en que no perciben la existencia de dios, pues, aunque lo aseguren de día, de noche y solos, dudan.

El mejor remedio contra la ira es la demora.

¿Quieres no estar enfadado? No haber sido curioso.

Mal ha de vivir el que no sepa bien morir.

Merece que lo engañen el que, cuando da, piensa en recibir.

Os fijáis en los granitos ajenos estando llenos de úlceras.