sábado, 21 de septiembre de 2013

DIME, ILUSIÓN ALEGRE

 Dime, ilusión alegre,
¿dónde dejaste tu ilusión hermana
la niña de ojos trémulos
cual roto sol en una alberca helada?
Era más rubia que los rubios linos.
Era más blanca que las rosas blancas.        

Una mañana tibia sonreía
en su carne nevada
dulce de los besos suaves.
Liviano son de cítaras lejanas,
triste como el suspiro de los bosques
cuando la tarde fría el viento pasa,
hubo en su voz. Y luz en flor y sombra
de oro en sus cejas tímidas brillaba.
Yo la amé como a un sueño
de lirio en lotananza;
en las vísperas lentas, cuando suenan
más dulces las campanas,
y blancas nubes su vellón esparcen
sobre la espuma azul de la montaña.


ANTONIO MACHADO