domingo, 18 de septiembre de 2011

NO HAY OLVIDO (SONATA)

Si me preguntáis en dónde he estado
debo decir  "Sucede".
Debo hablar del suelo que oscurecen las
piedras, 
del río que durando se destruye:
no sé sino las cosas que los pájaros pierden, 
el mar dejado atrás, o mi hermana llorando. 
Por qué tantas regiones, por qué un día 
se junta con un día? Por qué una negra noche 
se acumula en la boca? Por qué muertos? 

Si me preguntáis de dónde vengo, tengo que 
conversar con cosas rotas, 
con utensilios demasiado amargos,
con grandes bestias a menudo podridas
y con mi acongojado corazón. 

No son recuerdos los que se han cruzado
ni es la paloma amarillenta que duerme en el 
olvido, 
sino caras con lágrimas, 
dedos en la garganta, 
y lo que se desploma de las hojas: 
la oscuridad de un día transcurrido, 
de un día alimentado con nuestra triste sangre. 


He aquí violetas, golondrinas, 
todo cuanto nos gusta y aparece 
en las dulces tarjetas de larga cola 
por donde se pasean el tiempo y la dulzura. 
Pero no penetremos más allá de esos dientes, 
no mordamos las cáscaras que el silencio acumula, 
porque no se qué contestar: 
hay tantos muertos, 
y tantos malecones que el sol rojo partía, 
y tantas cabezas que golpean los buques, 
y tantas manos que han encerrado besos, 
y tantas cosas que quiero olvidar. 

PABLO NERUDA