martes, 28 de mayo de 2013

MI TRISTE YO .... Para Frank O´hara

A veces cuando mis ojos están enrojecidos
me subo a lo alto del edificio de la RCA
y observo mi mundo, Manhattan -
Mis edificios, calles en las que he echo proezas,
buhardillas, camas, pisos de agua fría
- abajo en la Quinta Avenida, que también tengo en mente,
sus coches hormiga, pequeños taxis amarillos
hombres que
caminan del tamaño de motitas de lana -
Panorama de los puentes, amanecer sobre la máquina
de Broklin,
el sol poniéndose sobre New Jersey
donde yo nací
& Paterson donde jugué
con las hormigas -
mis amores más tarde en la calle 15,
mis amores mayores del Lower East Sidde,
mis una vez fabulosos amours en el Bronx lejanos-
caminos que se cruzan en estas escondidas calles,
mi historia resumida, mis ausencias
y éxtasis ne el Harlem-
-sol brillando sobre todo lo que poseo
en un parpadeo hasta el horizonte
en mi última etenidad-
la materia es agua.

Triste,
cojo el elevador y parto
hacia abajo, pensativo,
y camino sobre los pavimentos mirando fijamente el escaparate
de todos los hombres,
caras,
preguntando por aquel que ama
y me detengo sorprendido
frente a un escaparate
de una tienda de coches
el tráfico se mueve arriba & abajo
recorriendo los bloques de la
5ª Avenida
detrás de mí
esperando un momento en que.

Hora de irse a casa & hacer la cena & escuchar
las románticas noticias de guerra en la radio
... todo el movimiento se detiene
& yo camino en la intemporal tristeza de la existencia,
con la ternura que fluye a través de los edificios,
las puntas de mis dedos tocan la cara de la realidad,
mi propia cara surcada de lágrimas reflejada ne el espejo
de alguna ventana -al atardecer-
donde no tengo deseo alguno
de bombones - o poseer los trajes o las pantallas
japonesas de la comprensiòn.

Confundido por el espectáculo a  mi alrededor,
Hombre forcejeando calle arriba
con paquetes, periódicos,
corbatas, hermosos trajes
hacia su deseo
hombres mujeres, fluyendo sobre el pavimento
luces rojas registrando acelerados
relojes &
los movimientos del bordillo-

Y todas estas calles guiando
tan torcidamente, bocinantemente, largamente,
por avenidas
con altos edificios siguiéndoles la pista o incrustados
en barrios bajos
a través de un tráfico tan inseguro
coches y motores aullantes
tan dolorosamente a este
campo, este cementerio
este silencio
en el lecho mortuorio o montaña
una vez visto
nunca recuperado o deseado
en la mente por venir
donde todo el Manhattan que he visto
tiene que desaparecer.
 NY1958

ALLEN GINSBER (Sandwiches de realidad)