martes, 9 de febrero de 2010

LA CONDITION HUMAINE


¿En quién se podría confiar aquí?
Nadie se puede permitir el lujo de reflexionar.
Cada uno coge lo que puede
tan pronto como ve una oportunidad.
Si uno espera, el pez del instante se libera
llevándoes además el cebo.
Ahora mismo nos está haciendo guiños
la oportunidad como una lámpara roja,
en seguida se cortará la corriente.
Al existir tan pocas posibilidades
se cuenta la prudencia entre lo superfluo.
Tanto la felicidad como la desgracia se hacen esperar,
la vida es dura de ordeñar.
Pero basta que algo suceda,
basta con que la tómbola se ponga en movimiento
para que nazca la posibilidad de premio.
Nadie puede sentrise seguro.
Pero si se inicia una relación amorosa con peligro
quizá se sobreviva y se reciba una herencia.
¡Pedid siempre, pero no demasiado!
¡No dejéis descansar los naipes!
Dios existe para todos, como dicen los negros.


Artur Lundkvist

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