viernes, 6 de noviembre de 2020

La intimidación verbal en la empresa

 

La intimidación verbal en la empresa

Diferentes técnicas de intimidación en el trabajo y cómo contrarrestarlas

Algunos practican la intimidación verbal en la empresa de forma “natural”. Otros la han aprendido en cursos especializados donde ya se enseña de todo: lenguaje corporal, liderazgo (aunque más bien habría que llamarlo pseudo-liderazgo), relaciones humanas en la empresa, etc. etc.


qué hacer cuando su jefe le grita
 

Vamos a explicar como no instigar a la intimidación, y aprender a defenderse cuando alguien en una empresa (o en la vida) intenta intimidarle

¿Qué es la intimidación verbal?

La persona que hace uso de la intimidación verbal intenta generar, a través del uso de la palabra, una serie de temores en la persona objeto de intimidación. Abogados, empresas rivales, empleadores, jefes… utilizan una intimidación no física y no violenta que se hace cada vez más sutil e incluso “educada”, pero psicológicamente efectiva. Incluso esta puede darse entre compañeros que intentan acaparar la imagen de un aparente liderazgo que se ejecuta sobre la base aplastar e intimidar a los demás.

Técnicas de intimidación en la empresa

Las técnicas de intimidación tienen por objetivo restar energía a la persona, crearle inseguridad y minusvalorar su “ego” personal. Cada uno de nosotros posee un espíritu de lucha, una confianza en nosotros mismos que nos permite levantarnos cada mañana y afrontar nuestro trabajo y nuestras responsabilidades en la vida.

El intimidador va a tratar de restarnos poder, energía y confianza, que perdamos nuestra seguridad en nosotros mismos, que nos mostremos nerviosos y que lo reflejemos en nuestro tono de voz o rostro de frustración en una reunión en nuestro contexto profesional o laboral en general.

La respuesta a las técnicas de intimidación es entrenarnos para actuar con calma, confianza y con un tipo de respuestas proporcionadas al tipo de intimidación que practica el intimidador. Veamos dos ejemplos bastante frecuentes.

El truco de la pregunta y cortar la respuesta

La técnica de intimidación es muy sencilla. Por ejemplo, el instigador hace una pregunta y antes de terminar la respuesta, la contesta y formula la siguiente pregunta. El instigado no tiene la oportunidad de explicar sus respuestas. Generalmente el miedo a ser malinterpretado, poco comprendido o quedarse fuera de contexto puede generar una sensación de creciente nerviosismo y de tener la sensación real de incapacidad de comunicar de forma ordenada y racional lo que tiene que decir.

La defensa adecuada a este tipo de intimidación consiste en hacer una pausa y, seguidamente, contestar educadamente: “Voy a respoder a su pregunta, cuando haya terminado con la primera”. Generalmente, el instigador dirá en un tono sarcástico: “Estamos avanzando”. A lo que hay que responder con determinación: “Avanzaremos, cuando acabe”. El tono de la respuesta es muy importante. Hay que responder con un tono tranquilo, sin emotividad y con confianza.

Así que la primera recomendación es no dejar que tomen el control de la conversación tratando de hacer “cortes” arbitrarios y gratuitos que impliquen un desdeño de lo que habla la persona en cuestión y del valor e interés de sus respuestas.

La técnica de gritar para intimidar

Intimidación verbal en la empresa


Algunos jefes gritan a los demás como si fueran niños. No permita que esto ocurra. Sólo hay dos personas que están autorizados a hablarle a una persona de esa manera, su madre y su padre. El atacante verbal está tratando de transmitir ese dominio sobre una persona.

El artículo recomienda que si alguien le grita a otro en el lugar de trabajo con otras personas observando, es necesario que esa persona permanezca tranquilo y que desarme completamente al intimidador. Aunque la respuesta recomendada puede sonar a “contraproducente” para la carrera profesional del “subordinado”, lo cierto es que hay que contrarestar esas actitudes y formas a través de un tipo de respuesta que denomina “humillación sutil”. Ejemplo de una respuesta dada en un caso real:
Entiendo la preocupación. Aunque sí creo que está siendo muy emocional en este momento. Vamos a hablar de esto una vez que haya tenido la oportunidad de calmarse.

Probablemente su jefe le puede responder algo así: No! Estamos hablando ahora!
A lo que también se le puede responder: Voy a hablar con usted, pero no le permito que me grite. Usted es mi jefe y yo le respeto a usted, pero usted no es mi madre.

Algunos pueden pensar que se corren riesgos respondiendo de esta forma. Lo cierto es que según el autor de este artículo el que así respondió acabo tomando el relevo de ese jefe meses más tarde.

Otro tipo de intimidación: abrumar con información

Otra de las técnicas de intimidación es la de abrumar con una información muy densa y abundante. La utilizan los abogados cuando intentan llegar a un acuerdo con la parte contraria. Por ejemplo, el uso de una jerga técnica densa, prolija documentación jurídica, cúmulo sinfín de referencias… hasta que la “víctima” se sienta abrumada y tenga una sensación de ahogo emocional. Los que la practican no lo hacen con el propósito de informar, sino de intimidar.

Al hacerlo pretenden que un sujeto se sienta abrumado y con esto que se avenga a cooperar. Antes de que ocurra eso, sonría y… con guante blanco active una defensa que se vuelva contra el atacante…

La defensa en estos casos consiste en “activar” su curiosidad, mostrando interés en aprender “cosas nuevas” y si conoce la materia requerir detalles que al propio intimidador pongan en un aprieto. Esa actitud puede volver loco a su atacante. El objetivo es que cada cosa por pequeña que sea, se la explique con detalle y claramente, mostrándose deseoso de aprender. Sonriente, atento y con actitud curiosa. Si mantiene su confianza, le sacará a su intimidador una cabeza de ventaja.

LIDERAR ES TEJER ALAS Y TAMBIÉN DEJAR VOLAR #TALENTOBÚMERAN #LIDERAZGO


Liderar es obtener lo mejor de tu equipo. Es conseguir que otros crezcan profesionalmente y se desarrollen. Crear las condiciones para que consigan sus metas y tengan éxito – entre otros atributos del liderazgo-.

Cuando hablamos de liderazgo en el S.XXI (y parte del XX) hablamos de un líder que cuida y hace crecer a su equipo. La capacitación, el desarrollo y potenciar el auto-desarrollo, se ha convertido en uno de los atributos más importantes en un mundo en el que el aprendizaje continuo es un elemento esencial en las organizaciones inteligentes.

“El liderazgo ágil y conectado se relaciona con enfoque de crecimiento, con un líder al servicio del desarrollo de su equipo, que conoce a su gente, se preocupa por la motivación de cada individuo con una óptica positiva y constructiva.”

¡¡¡¡Invertir tiempo y energía en desarrollar a otros para que luego se vayan de la empresa!!!! Algunos líderes de equipo en su camino hacia ese desarrollo (ellos también se desarrollan) se cuestionan el riesgo que esto significa, así como la “pérdida de tiempo”. Muchos se preguntan por el después: “si formas y desarrollas a tus profesionales se pueden ir de la compañía y habrá sido estéril todo el esfuerzo. Además, otras empresas se van a aprovechar “mi” esfuerzo en conseguir ese talento.” Son afirmaciones oídas en talleres de liderazgo

Aquí es cuando cobra sentido la famosa frase de Henry Ford: “sólo hay algo peor que formar a tus empleados y que se vayan… No formarlos y que se queden”.

Pues sí, se pueden ir. Se deben ir. Y forma parte del desarrollo. Y lo único que puedes hacer es seguir cuidándolos.

A veces se van, a veces simplemente la empresa tiene que desprenderse de talento, también del mejor talento. Y más en los tiempos que corren.

Ahora más que nunca hay que seguir cuidándolos porque pueden volver y ser un gran aporte para la compañía. Son los empleados Búmeran, esos con los que tienes que seguir invirtiendo tiempo en el proceso de offboarding, en un proceso inteligente de salida y seguimiento.

El talento Búmeran, ese que regresa a la empresa después de haber vivido otras experiencias, o empleado de ida y vuelta, es un profesional de gran valía por todo lo que conoce de la organización y todo lo nuevo que puede aportar.

Nos preocupamos y ocupamos en atraer talento, seleccionar, fidelizar, diseñar experiencias del empleado sólidas y atractivas, y sin embargo invertimos poco tiempo y menos dinero en el proceso de outboarding.

Pocos hablan del proceso de salida, olvidamos la salida creyendo que ya no tenemos que dedicar tiempo a un profesional que “perdemos” y ya no volverá. Pero cada vez más empresas están recuperando a los “hijos pródigos” y curiosamente consiguiendo excelentes resultados gracias a su retorno. En la guerra por el talento, estos empleados, los que han demostrado dentro y fuera de la compañía su valía, son un tesoro.

Es talento muy valioso que se ha ido a explorar otros mundos y vuelve cargado de nuevas experiencias.

“Según CEB, una empresa de investigación que analiza los datos de grandes firmas, aproximadamente el 5% del personal es empleado Búmeran. Brian Kropp, encargado del departamento de recursos humanos en CEB, declara que el número de personas que regresan es relativamente reducido, pero cada vez mayor.”

Son datos del 2017, hoy las cosas están cambiando. Recientemente me comentaba un cliente que casi un 10% de su platilla eran Búmeran, algunos en el área comercial y gracias a ellos habían aumentado un 20% los resultados de ventas.

Los empleados Búmeran, por lo visto empiezan a ser tendencia. Se trata de un fenómeno que ha tomado fuerza entre la generación millennial en los últimos años – y se va a reforzar con los Z- que está generando un cambio en la mentalidad en las empresas.

La contratación de un Búmeran aporta muchos beneficios a la empresa (Y también algún inconveniente, claro) te lo explican en Glassdor: ¿Por qué tienes que contratar a un boomerang?

¿Cómo lo han hecho?

¿Cómo lo ha hecho ese cliente mencionado y tantos otros que abren sus puertas al talento búmeran?

  • Experiencia del Empleado. Obviamente cuidando la Experiencia del Empleado durante el tiempo de permanencia en la empresa, el talento Búmeran tiene un excelente recuerdo de su experiencia.
  • Proceso de outboarding.  Con una estrategia de salida inteligente; han realizado conversaciones de salida escuchando de verdad las aportaciones -en el momento de la salida suele haber más sinceridad y menos miedo – pero, además, invitando a volver, y mostrando que no hay rencor, al contrario, felicitándolo por su nuevo proyecto. En algún caso acompañándolos en tomar la decisión de su crecimiento profesional.
  • Mantener el contacto. No cortar la relación, tenemos muchos canales de comunicación para seguir conectados por las redes sociales

“Según el “Barómetro DCH sobre la gestión del talento en España”, elaborado por EAE Business School, cerca de la mitad de las empresas no mantienen ningún contacto con sus profesionales que se han marchado. Un dato alarmante que pone de manifiesto e todas las fases presentes en el proceso de vinculación entre una empresa y un empleado, la de saber despedirse es la que más le cuesta a las compañías. Concretamente, de acuerdo al el “Barómetro DCH sobre la gestión del talento en España”, el 49% de las compañías no cuentan con ningún tipo de comunicación con los profesionales que salen de ellas. Las que mantienen contacto lo hacen en un 20% a través de las redes sociales, y en un 13% a través de las newsletters, dos métodos que suelen estar automatizados y no son nada personales. Solo una minoría, en un 6%, mantiene contacto a través de canales específicamente creados para los alumnis, mientras un 4% lo hace mediante programas especiales, y un 8% lo hace a través de las ofertas de empleo que publica, o bien para los exempleados o para contactos que estos pueden ofrecer. “ En el blog de Equipos&Talento

Algunas grandes empresas ya hace tiempo que se han dado cuenta y crean comunidades del tipo “ex empleados” o “ex alumnos”, que les permiten mantener el contacto con empleados con talento y seguir compartiendo con ellos.

  • Nuevos liderazgos. Asumiendo de verdad que el liderazgo es, fundamentalmente, el desarrollo de las personas de la organización. Como decíamos al inicio del post: liderar es obtener lo mejor de tu equipo. Es conseguir que otros crezcan profesionalmente y se desarrollen. Crear las condiciones para que consigan sus metas y tengan éxito – entre otros atributos del liderazgo-.

Liderar es tejer alas y también dejar volar


Fuente: https://serendipia2.wordpress.com/2020/07/13/liderar-es-tejer-alas-y-tambien-dejar-volar-talentobumeran-liderazgo/

No es que mintamos, es que no decimos lo que pensamos



  • ¿Qué tal me queda esto?
  • Bien (respuesta con desgana)

¿Te suena esa situacion? ¿Mentira o indiferencia? ¿Falsedad o ganas de quitarse de en medio una situación incómoda?

La mentira tiene mala fama creada a lo largo de la Historia.

El Ser Humano reconoce que ha mentido a lo largo de toda su vida en la Tierra, aunque tambien existe la duda de que pasaría si “no mintiéramos”.

Hace poco he visto en la tele dos personas que dialogaban sobre si mentían o no habitualmente.

Una de ellas reconoció que lo hacia todos los días. Y la otra que no lo hacia nunca.

En el Mundo profesional la mentira parece tener protagonismo. ¿O no?

Recomienda la película Mentiroso Compulsivo de Jim Carrey. Una de mis favoritas. En ella se expone la situacion de si en el mundo del trabajo se puede dejar de mentir o tenemos que convivir con ello.

La reflexión que hago ¿Siempre mentimos? ¿O algunas veces simplemente no decimos lo que pensamos o lo escondemos?

No decir lo que pensamos nos evita muchas situaciones incómodas o meternos en líos que no nos apetecen

Huimos de los problemas, y por eso, en ocasiones, decimos cosas o NO decimos para no afrontar conflictos

En el mundo profesional en ocasiones evitamos actuar de algunas de estas maneras:

  • Llevar la contraria a nuestro responsable. El temor por perdida de puesto de trabajo o por poder generar un conflicto que empeore nuestras condiciones laborales atenaza a decir lo que se piensa
  • Llevar la contraria o desdecir a nuestros clientes. Lo de “el cliente siempre lleva la razón” a veces se lleva al extremo de “aunque no la tenga”.
  • Discutir la estrategia de la compañía al CEO. Si lo haces alguna vez los compañeros pensaras que estás muerto
  • Poner en entredicho lo que siempre se ha hecho igual y ha funcionado. La pregunta poderosa seria ¿Podría funcionar mejor haciéndolo de otra manera?

Las palabras que “suenan bien” nos evitan problemas, pero nos producen una disonancia cognitiva. Esa incoherencia puede resonar mucho en nuestro cerebro, aunque hay casos de personas en que no les importa y les afecta muy poco o nada.

Los indiferentes quieren sobrevivir. Los que cuestionan prefieren avanzar.

Algunos lo llaman Valores, otros sentirse bien con ellos mismos, y algunas otras personas lo tienen como Forma de vida.

Entre los que prefieren callar o asentir con algo con lo que no están de acuerdo, y los que prefieren arriesgarse a decir lo que piensan ¿Dónde te encuentras?


Fuente:  http://www.angellargo.com/