ARTE CULTURAS 22
Los artistas piden que se reconozcan sus honorarios o que las instituciones cordobesas contemplen el concepto ‘feed’, por ceder su obra en exposiciones, como ya comienzan a hacer en otras urbes
Guadalupe Carmona
g.carmona@lacalledecordoba.com
Cuando todo aficionado al arte espera disfrutar en unas semanas (el 17 de febrero) de Arco, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo más importante y mediática del país, algunos profesionales de este sector esperan poder disfrutar de un sueldo que les permita vivir de su creación y dignifique su situación. Esto es porque, pese a que sin ellos, ni Arco ni ninguna otra exposición podría existir, cuando hablamos de dinero, el sueldo del artista es el más prescindible.
Una dinámica que han puesto en marcha las instituciones que, al encargarse de fomentar esta disciplina, han monopolizado gran parte de su actividad y olvidan que de las musas con las que se inspiran los creadores no pueden vivir. De ahí que sean muy pocos los que lo hagan exclusivamente de su arte, como sí lo pueden hacer los compañeros de otras disciplinas.
El último de la exposición
Así lo explican por un lado los artistas Esteban Ruiz, Tete Álvarez y José Manuel Belmonte, y por otro el crítico Juan Ramón Barbancho,que el próximo 28 de enero presentará en Córdoba el proyecto Ars et labora, en el que se reflexiona precisamente sobre el tejido artístico andaluz y su sistema laboral.
En el actual, los artistas facturan por la venta de su obra, bien en taller o bien en las galerías, con las que existen diferentes contratos: el de exclusividad, con el que el artista cobra un sueldo mensual, más un porcentaje de venta; o el normal, con el que el creador sólo cobra por venta. Pero cuando se trata de exhibiciones en salas públicas o eventos organizados por la administración, que no tienen como objeto el comercio de su arte, no perciben ninguna remuneración. Con ello, “hemos pasado de una actividad que antes era la venta de la obra a la circulación y distribución de nuestro trabajo, igual que se hace en otras disciplinas como la música y el cine. Pero en ellas resulta un hecho natural la retribución por la exhibición de la obra y al artista plástico muchas veces se le paga en capital simbólico, como catálogos, reconocimiento o promoción”, manifiesta Álvarez.
Por ello, cada vez que una institución llama a la puerta del creador para que participe en un evento, éste tiene que preguntar si va a cobrar, cosa que debería ser obvia. Sin embargo, para las instituciones no lo es. “Nos chantajean, convenciéndonos de que va a ser bueno para nuestra carrera, que es promoción, y lo que hacen es cometer un fraude”, añade Ruiz,que reconoce que como él no acepta mostrar su trabajo sin cobrar, nunca expone en la ciudad. “Si en una exposición cobra el comisario, el transportista, el que hace el catálogo y toda la cadena que interviene, ¿por qué no voy a cobrar yo, que soy el que cede la obra?”, dicen Ruiz y Álvarez. Además, estos cordobeses consideran que el hecho de que a ellos no se les remuneren las exposiciones públicas es “un agravio con respecto a otros artistas que cobran cada vez que se mueven”.
Concepto ‘feed’
Así, mientras a los músicos que vienen a Córdoba en el Festival de la Guitarra se le paga su caché, a los que se les pide creaciones para las muestras paralelas no se les habla de dinero, según cuentan. Algo que está molestando especialmente en Córdoba porque las administraciones públicas de otras ciudades han comenzado a cambiar esta situación, contemplando el concepto de honorarios de artista o el de alquiler de obra, denominado feed. “Se paga así directamente la producción de la obra o su alquiler”, dice Álvarez. Y cuando se habla de producción hay que recordar que no sólo se trata de materiales o desplazamiento que, como bien comenta Barbancho, es lo único que habitualmente se factura en las plásticas, sin tener en cuenta el tiempo de trabajo y la obra en sí. “Eso es entender que el medio es el mensaje”.
Pero para que se instaure el concepto feed o el pago de los honorarios en Córdoba es importante, para Esteban Ruiz, que el sector se una en esa dirección, pues “el creador que accede al chantaje de exponer sin cobrar perjudica al resto de sus compañeros y a la gente novel que se intenta abrir camino y, si no es gratis, no puede”. Aunque aquí Belmonte difiere, no cree que aceptar exhibir sin remuneración afecte a los demás y piensa que es una decisión personal, que depende de cada caso peculiar. “Yo no cobré en la exposición que hice en la estación del Ave porque me interesaba exhibir mi obra y conseguí hacer contactos. En muestras similares que estoy preparando, pues sí lo haré. Es algo que depende de cada caso, y de lo que necesites en cada momento”.
PUNTO DE ATENCIÓN
El trabajo del arte
El sector artístico es uno de los más desunidos del mundo de la cultura y eso no favorece al reconocimiento laboral de los creadores. “El problema está en la falta de visión y pensamiento como colectivo”, que Juan Ramón Barbancho ha comprobado a través de una serie de entrevistas a artistas, comisarios y gestores, y que aparecen reflejadas en el documental Los trabajos del arte, la primera producción del proyecto Ars et Labora. Éste será presentado en la Filmoteca de Andalucía, el próximo 28 de enero, por Barbancho y Rubén Barroso, que comenzaron con este estudio el pasado mes de octubre. En el acto explicarán los objetivos del trabajo, mostrarán lo que han desarrollado en su primera fase y realizarán un debate con el objeto de analizar la realidad artística en Andalucía. En este sentido, tratarán cuestiones como el medio laboral del creador, la propuestas colaborativas en este campo, la estructuración de un tejido andaluz, las relaciones entre la administración, entidades, gestores y productores de cultura y la renovación de los sistemas laborales artísticos.
2000-2010 © Copyright El Semanario la Calle de CÓRDOBA
Los artistas piden que se reconozcan sus honorarios o que las instituciones cordobesas contemplen el concepto ‘feed’, por ceder su obra en exposiciones, como ya comienzan a hacer en otras urbes
Guadalupe Carmona
g.carmona@lacalledecordoba.com
Cuando todo aficionado al arte espera disfrutar en unas semanas (el 17 de febrero) de Arco, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo más importante y mediática del país, algunos profesionales de este sector esperan poder disfrutar de un sueldo que les permita vivir de su creación y dignifique su situación. Esto es porque, pese a que sin ellos, ni Arco ni ninguna otra exposición podría existir, cuando hablamos de dinero, el sueldo del artista es el más prescindible.
Una dinámica que han puesto en marcha las instituciones que, al encargarse de fomentar esta disciplina, han monopolizado gran parte de su actividad y olvidan que de las musas con las que se inspiran los creadores no pueden vivir. De ahí que sean muy pocos los que lo hagan exclusivamente de su arte, como sí lo pueden hacer los compañeros de otras disciplinas.
El último de la exposición
Así lo explican por un lado los artistas Esteban Ruiz, Tete Álvarez y José Manuel Belmonte, y por otro el crítico Juan Ramón Barbancho,que el próximo 28 de enero presentará en Córdoba el proyecto Ars et labora, en el que se reflexiona precisamente sobre el tejido artístico andaluz y su sistema laboral.
En el actual, los artistas facturan por la venta de su obra, bien en taller o bien en las galerías, con las que existen diferentes contratos: el de exclusividad, con el que el artista cobra un sueldo mensual, más un porcentaje de venta; o el normal, con el que el creador sólo cobra por venta. Pero cuando se trata de exhibiciones en salas públicas o eventos organizados por la administración, que no tienen como objeto el comercio de su arte, no perciben ninguna remuneración. Con ello, “hemos pasado de una actividad que antes era la venta de la obra a la circulación y distribución de nuestro trabajo, igual que se hace en otras disciplinas como la música y el cine. Pero en ellas resulta un hecho natural la retribución por la exhibición de la obra y al artista plástico muchas veces se le paga en capital simbólico, como catálogos, reconocimiento o promoción”, manifiesta Álvarez.
Por ello, cada vez que una institución llama a la puerta del creador para que participe en un evento, éste tiene que preguntar si va a cobrar, cosa que debería ser obvia. Sin embargo, para las instituciones no lo es. “Nos chantajean, convenciéndonos de que va a ser bueno para nuestra carrera, que es promoción, y lo que hacen es cometer un fraude”, añade Ruiz,que reconoce que como él no acepta mostrar su trabajo sin cobrar, nunca expone en la ciudad. “Si en una exposición cobra el comisario, el transportista, el que hace el catálogo y toda la cadena que interviene, ¿por qué no voy a cobrar yo, que soy el que cede la obra?”, dicen Ruiz y Álvarez. Además, estos cordobeses consideran que el hecho de que a ellos no se les remuneren las exposiciones públicas es “un agravio con respecto a otros artistas que cobran cada vez que se mueven”.
Concepto ‘feed’
Así, mientras a los músicos que vienen a Córdoba en el Festival de la Guitarra se le paga su caché, a los que se les pide creaciones para las muestras paralelas no se les habla de dinero, según cuentan. Algo que está molestando especialmente en Córdoba porque las administraciones públicas de otras ciudades han comenzado a cambiar esta situación, contemplando el concepto de honorarios de artista o el de alquiler de obra, denominado feed. “Se paga así directamente la producción de la obra o su alquiler”, dice Álvarez. Y cuando se habla de producción hay que recordar que no sólo se trata de materiales o desplazamiento que, como bien comenta Barbancho, es lo único que habitualmente se factura en las plásticas, sin tener en cuenta el tiempo de trabajo y la obra en sí. “Eso es entender que el medio es el mensaje”.
Pero para que se instaure el concepto feed o el pago de los honorarios en Córdoba es importante, para Esteban Ruiz, que el sector se una en esa dirección, pues “el creador que accede al chantaje de exponer sin cobrar perjudica al resto de sus compañeros y a la gente novel que se intenta abrir camino y, si no es gratis, no puede”. Aunque aquí Belmonte difiere, no cree que aceptar exhibir sin remuneración afecte a los demás y piensa que es una decisión personal, que depende de cada caso peculiar. “Yo no cobré en la exposición que hice en la estación del Ave porque me interesaba exhibir mi obra y conseguí hacer contactos. En muestras similares que estoy preparando, pues sí lo haré. Es algo que depende de cada caso, y de lo que necesites en cada momento”.
PUNTO DE ATENCIÓN
El trabajo del arte
El sector artístico es uno de los más desunidos del mundo de la cultura y eso no favorece al reconocimiento laboral de los creadores. “El problema está en la falta de visión y pensamiento como colectivo”, que Juan Ramón Barbancho ha comprobado a través de una serie de entrevistas a artistas, comisarios y gestores, y que aparecen reflejadas en el documental Los trabajos del arte, la primera producción del proyecto Ars et Labora. Éste será presentado en la Filmoteca de Andalucía, el próximo 28 de enero, por Barbancho y Rubén Barroso, que comenzaron con este estudio el pasado mes de octubre. En el acto explicarán los objetivos del trabajo, mostrarán lo que han desarrollado en su primera fase y realizarán un debate con el objeto de analizar la realidad artística en Andalucía. En este sentido, tratarán cuestiones como el medio laboral del creador, la propuestas colaborativas en este campo, la estructuración de un tejido andaluz, las relaciones entre la administración, entidades, gestores y productores de cultura y la renovación de los sistemas laborales artísticos.
2000-2010 © Copyright El Semanario la Calle de CÓRDOBA