No existe un tonto que no sea admirado por otro tonto.
No hagas lo que no desees que se sepa.
No hay bien probada amistad sin haber comido con ella una fanega de sal.
No hay tonto que no se tenga por listo.
Ni pidas a quien pidió, ni sirvas a quien sirvió.
No bebas agua que no veas, ni firmes carta que no leas.
No comas marisco en los meses sin erre.
Si entre burros te ves, rebuzna alguna vez.
Si necesitas consejo, pídelo al viejo.
Tabernero diligente, de quince arrobas hace veinte.
Sólo los necios y los tontos tiran piedras a su propio tejado.
Te vendrán pesares sin que los buscares.
Todos ayudan al rico y pegan al borrico.
Todo lo que hagas por despecho, estará mal hecho.
Toda demasía enfada y hastía.
Tira más un pelo del chocho que todo el mocho.
Lo que no quieras que digan, no lo digas.
Lo que hacen los borricos lo pagan los arrieros.
Zamarras y sermones no son para el tiempo de las calores.
Zapatero remendón, suela vieja y almidón.
Zozobra la verdad; mas nunca ahogada la verás.