Para poder escribir este poema,
Las he tomado de entre el regazo infantil
De una niña de tres años
Que cantaba una canción aprendida
En tardes de callada quietud.
He tomado las palabras de las desconchadas
Paredes de las calles dormidas
Y las he cogido despacio, poco a poco
Mientras palmeaba las manos
Contra la luz amortiguada de una farola
Al tiempo que rotaba mis brazos
Al igual que las cansadas aspas
De un molino antiguo
Cansado ya de moler
Los últimos granos de trigo invernal.
He corrido entre las sombras
A la vez que bebía despacio
Sin prisa alguna
Las gotas cansinas de un tiempo pasado,
He recorrido las calles milenarias
Buscando una respuesta que no existe
En los ojos de gente desconocida,
Una respuesta que escapa apenas como un susurro
Entre las rendijas gastadas
De ventanas cerradas a la vida.
He tomado prestadas las palabras
Para poder escribir un poema,
Las he tomado del viento,
Las he tomado del día
Y sin embargo mis labios
Han callado
Entre las sombras de la vida
Al mismo tiempo que escuchaba la canción infantil
De una niña de tres años.