Tengo una palabra guardada para ti, La tengo escondida En el fondo acuoso de una lagrima, En ella no hay odio, Ni siquiera venganza, Ni tan siquiera desprecio; En ella arropada en el viento del sur Asoma de forma leve una sonrisa Apelmazada por la angustia Del silencio que poco a poco Asoma entre la niebla del amanecer. Tengo una palabra escondida para ti, La he guardado en el último De los cajones de mi escritorio Entre los múltiples tesoros inútiles Que voy almacenando, Pensando que cualquier día desconocido Puedo hacer uso de ellos Y embriagarme con un recuerdo no tenido, Con una caricia no soñada, Con un rumor de agua no percibido. Tengo una palabra guardada para ti Y la he olvidado en el confín de un universo inacabado.