miércoles, 30 de mayo de 2018
domingo, 27 de mayo de 2018
LOS CUERVOS
El
graznido de los cuervos,
acuna
el blando cuerpo de los muertos
en
sus camas de tierra removida,
de
músculos rotos
en
mitad de la penumbra
de
fábricas deshabitadas
donde
la grisácea luz
del
último invierno
trae
hasta ellas,
el
canto plañidero
de
oscuras aves de alas rotas.,
El
graznido de los cuervos,
trae
seco en sus acerados picos
el
grito apenas audible
de
los niños robados
en
oscuras noches
donde
una desfallecida luna llena
alumbra
apesadumbrada la oculta lágrima
del
canto final
de
un barítono
que
no dudo vender su voz
por
una moneda de plata,
trae
en su seno
el
cansado caminar
de
los obreros
que
vuelven hasta sus casas
por
senderos herrumbrosos
de
oxidado metal.
El
graznido de los cuervos,
trae
atrapadas en sus picos,
la
voz atenuada
de
los poetas del extrarradio,
amantes
clandestinos
de
irreverentes palabras,
que
disparan sus balas de papel
contra
los inmaculados muros
del
centro de la ciudad
donde
los taciturnos rostros
de
aquellos que lo habitan,
observan
callados
desde
sus ventanas sin cristales,
las
pálidos vocablos aprendidos
en
oscuros tugurios
apenas
alumbrados por la tenue luz
de
una amarillenta vela robada en una iglesia,
observan
al igual que los tristes espectadores
de
alguna fallida obra teatral,
el
desbocado latir apresurado
del
enloquecido sonido que el correr
del
último prisionero,
hace
por las vacías calles al amanecer
antes
de caer exhausto
en
brazos de su amante.
El
graznido de los cuervos,
trae
atrapado en sus picos
de
aves decadentes,
el
sonido gutural
de
eunucos desfasados
que
a lomos de caballos de madera
preparan
marciales,
el
asalto al palacio de invierno
de
algún zar
desaparecido
entre las páginas
amarillentas
de un viejo libro de historia,
trae
la muerte seca de la infamia
de
los depredadores de cuerpos y almas
que
ayer,
abrieron
sus infecciosas bocas purulentas
en
busca de alguna bocanada de aire
con
la que llenar sus pulmones enfermos.
El
graznido de los cuervos,
trae
aprisionado entre sus alas
el
lamento de los suicidas,
trae
en sus resquebrajados picos,
el
gemido que recorre las venas
sobadas
por las mohosas agujas
que
prometen,
la
resonancia del latir
de
la vida olvidada
entre
cubos de basura.
Amado
mayo 2018
miércoles, 16 de mayo de 2018
QUIERO SER
Quiero
la vida del no nacido,
aquel
que no conoció
el
silencio,
ni la presurosa velocidad
ni la presurosa velocidad
con
que el tiempo,
te
hace llegar donde no haces falta,
quiero ser aquel
que respiró
el latir del corazón
que respiró
el latir del corazón
antes
de morir,
antes
de notar el calor del sol vespertino
acariciar
la piel desnuda
y
se dejo caer,
desde
lo alto de la más alta de las torres
antes
de sentir
el
perfume de las flores.
Quiero
ser la callada forma de la piedra tallada
en
la cumbre de la montaña,
permanecer
silencioso
mientras
el rumor clandestino
de
los insectos,
se
acumula entre mis grietas
como
un sonido inaudible,
quiero
sentir el resbalar
de
la húmedas gotas
que
la lluvia,
trae
hasta los arroyos moribundos
en
los que los peces
agotan
el último segundo de vida,
quiero
sentir el musgo
crecer,
entre
los pliegues astillados
de
mis huesos calcáreos
en
tanto que mi cuerpo se disuelve,
lento
como un segundo
atrapado
en las manecillas
de
un reloj parado.
Quiero
ser una mirada,
quizás
un leve soplar
de
un aire tenue
preñado
de esperanza,
quiero
escapar
del
poema,
que
sucumbe apelmazado
en
la oscurecida hondura
de
algún cajón sin fondo,
en
el que las palabras desordenadas,
luchan
entre sí
hasta
ocupar un sitio
en
la esquina arrugada
de
algún papel usado.
AMADO
mayo 2018
lunes, 14 de mayo de 2018
ATARDECE
Atardece,
solo
en
tres metros cuadrados,
escucho,
el
melancólico
cantar
acompasado
de
la liviana música
que
inunda
de
utópicas imágenes
la
acristalada estancia
donde
me dejo llevar
por
las cavilaciones
que
los primeros minutos
de
la acabante luz del día
traen
hasta mi,
envueltas
en
la azulada sabana del anochecer.
Atardece,
y
dicen las voces
que
entonan
las
canciones antiguas
que
soñar es gratis,
que
ligero de equipaje,
debes
tomar
el
sendero
donde
el viento del norte
prepara
su encuentro
con
el viento del sur
para
poder llegar hasta el mar
y
arremolinarse
entre
las blancas arenas
de
alguna playa perdida,
en
la que los cuerpos descansan
los
huesos cansados
por
el tiempo.
Anochece,
y
el pensamiento de mi voz,
deja
marchitar,
la
luz de gas
que
las tenues letras
de
un poema perdido
en
el fondo de algún cajón olvidado,
se
prenden manoseados,
en
un papel tras otro
mientras
la noche
adormece
mis sentidos.
AMADO mayo 2018
LAS NOTAS DEL PIANO
Las
notas del piano
llenan
el aire
de
la extraña melancolía
del
recuerdo no tenido,
del
soñar
que
escapa ligero,
tras una ninfa
desde
el fondo cristalino
de
alguna laguna
perdida
entre los matorrales
ocultos
en un pensamiento.
Las
notas suaves
como
una caricia,
toman
los sentidos
hasta
llevarlos,
más
allá
de
las montañas azules
donde
el canto
de
las aves llenan el silencio
por
los caminos olvidados
en
los que las palabras,
quedaron
prendidas
en
el arrugado papel
de
un verso primerizo
aprendido
en unos labios amados.
Las
notas del piano,
escalan,
con
la presteza
de
un beso clandestino,
el
retomar de los sentimientos,
el
sentir de la voz
que
cada mañana,
sosiega
el tormento
con
que la luz del día
te
sorprende cada amanecer,
voraces
depredadoras
de
miradas perdidas,
se
alimentan
de
los ensoñamientos
atrapados
en las aguas calmas
del
reflejo de una gota de rocío.
AMADO 2018
domingo, 13 de mayo de 2018
sábado, 5 de mayo de 2018
A VECES
A
veces, en algunas ocasiones,
quisiéramos
vivir la vida del otro,
la
vida de aquel
que
de forma fugaz,
se
sienta a nuestro lado,
quisiéramos
aprender sus palabras,
sus
gestos,
sus
reacciones,
quisiéramos
ser él, sin más,
y
olvidarnos del yo,
de
aquel que sostiene,
nuestra
carne y nuestros huesos,
quisiéramos
olvidarnos del rumor
de
las palabras,
aquellas
que como gritos
de
gaviotas enfurecidas
saltando
al vacío
de
un mar gris y embravecido,
se
engarzan como perlas
entre
los huecos vacíos,
de
las horas perdidas
aprendiendo
los movimientos
del
mecer de las olas
entre
las piedras desgastadas
por
el tiempo,
quisiéramos
olvidar el sonido metálico
del
chirriar desgastado de los frenos
de
los transportes públicos
que
se afanan por atrapar el segundo final
de
la noche que termina,
del
bostezo de los búhos
que
ven llegar la mañana,
sin
haberse llevado
un
espumoso trozo de carne a la boca
con
el que calmar el hambre.
A
veces, sólo en algunas ocasiones,
tenemos
la oportunidad inapreciable,
de
ser nosotros,
de
ser capaces de sentir
el
paso fugaz de una lagrima
por
nuestro rostro
acariciando
nuestra piel agrietada,
sólo
en algunas ocasiones,
somos
capaces de reconocernos
entre
los reflejos opacos de espejos
en
los que manchas grasientas
hacen
mella y forman leves surcos
en
los que de forma imperceptible,
el
leve sentir del tiempo,
se
muestra como el compañero
fiel
e inexorable
al
que rendirle la pleitesía
de
aquel que nos ha acompañado
a
lo largo de nuestros días.
A
veces, queremos ser la vida de otro
y
en algunas ocasiones,
dejarnos
llevar
por
las emociones que no nos pertenecen
como
si caminásemos,
despacio,
lentos,
por
algún camino
donde
no existen ni los baches,
ni
las piedras
que
como afiladas cuchillas
encontramos
en nuestro camino.
AMADO
mayo 2018
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