Incapaz de retomar
los pasos olvidados
en las húmedas penumbras gastadas
de un pasillo sin fin,
escucho en silencio casi,
el canto de las aves
desplazadas más allá
de un azulado y frio horizonte,
repartido de forma frugal,
entre calles vacías de pasos infantiles
y húmedas piedras
entre nubes fugaces
leves como la caricia
de una risa cristalina,
atrapada en el sonido perdido
de una canción milenaria
donde las voces callan
mientras las bocas,
se llenan de palabras
que no dicen nada.
Incapaz, resumo los instantes perdidos
en la cansada e inacabable lectura
de los perfumados gestos infumables
de gente sin rostro que aparecen,
en las páginas nunca redactadas
de un libro vacío,
hojas caídas de árboles muertos,
grisáceas simientes de altas columnas
llenas de ennegrecidos huecos acristalados
donde ojos ciegos,
miran la luz del atardecer,
como una exótica recompensa
con la que completar el día,
y…, miro los rostros inocentes
de manos inacabadas
queriendo escribir un poema
en amarillentos lienzos
con olor a orín,
poemas de barrocas letras
y aprendidas palabras
en el hueco insondable
de una escalera sin escalones,
que se escurren como moho maloliente
hasta un agujero infinito sin fondo
AEGM 2022
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