lunes, 8 de abril de 2019

LOS MUERTOS





Los muertos,
cansados,
rehuyen el combate
dilatando su tiempo,
antes de comenzar a andar;
desgranan palabras despeñadas
en húmedos rincones
de sombreadas avenidas,
donde la vida discurre apelmazada
con un lento latir
cercano al silencio
de la muerte en vida.

Descoloridas sombras chinescas,
(embutidas en finos trajes de lino)
proyectadas sobre una pared desconchada,
embebidas imágenes de papel couché,
sus voces se pierden
más allá del horizonte
en diálogos sin fin.



Los muertos,
guían sus pasos,
en medio de descompuestos cadáveres
engarzados,
al igual que las brillantes
perlas cultivadas de un collar perfecto,
por entre las oxidadas
vallas metálicas de un jardín
abandonado a los elementos,
retoman el sonido gris
de una guitarra sin cuerdas
incapaz de gemir
la canción esperada;
callados maniquíes sin rostro,
enlutadas aves
de seco graznido,
impertérritos herejes
de toscas sotanas,
miran alucinados,
los colores informes
que divagan despacio,
en el azulado éter
de un cigarrillo repudiado
por las endurecidas luces
de una noche sin retorno;
y suman frenéticos
los gestos imperceptibles
de sus dedos descarnados
en el infinito acontecer de los días


AMADO 2019