Repasas palabras en el aire
Con la reposada tranquilidad
Del que muere encogido
En el destartalado rincón
De una olvidada mesa
De un bar de barrio.
Antiguo como el tiempo
Arañas con dedos cristalinos
Los segundos que
entre sorbo y sorbo
Te quedan para continuar
El camino que nunca has recorrido
Y sabes que nunca vas a realizar,
Callas,
Y de tu boca nacen ligeros gorgoteos
Parecidos a gestos de manos
Que espantan negras moscas
Que nadie ve.
Eres y sin embargo no eres nada,
Solo tu acompasada sombra
De ser sin sombra
Te acompaña en tus pasos finales
Entre las inertes imágenes que tus ojos
Renuevan en tu caminar de humo gris.
Eres y sin embargo la luz opiácea
De las calles humedecidas
Se empeña en hacerte sentir
Que la luminosidad que te rodea
Es como una feroz amante
Que deleitándose con sus finos tacones
Acuchilla tu pecho
Mientras mueres descalzo en las cloacas
Centenarias de una decadente ciudad que agoniza
Con el despuntar de cada día.
Repasas palabras en el resbaladizo
Filo de una mugrienta cuchilla quebrada
Por las horas ausentes,
Y sientes la angustia
Que resbala lenta, densa,
Como un pensamiento
Que se desgrana en el oscurecido
Rincón de un anónimo bar
De un lugar cualquiera.
febrero 2016 AEGM
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