Hoy, por ejemplo, estoy más bien contento.
No se bien las razones mas por si acaso anoto:
Mi estómago funciona,
mis pulmones respiran,
mi sangre apresurada me empuja a crear poemas.
(solamente -¡qué pena!- no sé medir mis versos.)
Pero igual, deliro: Rosa giratoria
que abres dentro de mí un espacio absoluto,
noches con cabezas
de cristal reluciente,
velocidades puras del iris y del oro.
(Solamente -¡qué pena!- estoy un poco loco.)
Mas es real, os digo, mi sentimiento virgen,
reales las palabras absurdas que aquí escribo,
real mi cuerpo firme,
mi pulso rojo y lleno,
la tierra que me crece y el aire en que yo crezco.
(Solamente -¡qué pena!- si vivo voy muriendo.)
GABRIEL CELAYA (1945)
No se bien las razones mas por si acaso anoto:
Mi estómago funciona,
mis pulmones respiran,
mi sangre apresurada me empuja a crear poemas.
(solamente -¡qué pena!- no sé medir mis versos.)
Pero igual, deliro: Rosa giratoria
que abres dentro de mí un espacio absoluto,
noches con cabezas
de cristal reluciente,
velocidades puras del iris y del oro.
(Solamente -¡qué pena!- estoy un poco loco.)
Mas es real, os digo, mi sentimiento virgen,
reales las palabras absurdas que aquí escribo,
real mi cuerpo firme,
mi pulso rojo y lleno,
la tierra que me crece y el aire en que yo crezco.
(Solamente -¡qué pena!- si vivo voy muriendo.)
GABRIEL CELAYA (1945)
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