El otro hermano de Séneca el filósofo fue Anneo Novato, que por haber sido prohijado por Galión, orador famoso, tío de los Sénecas, hermano de su madre Helvia, se llamó despés Junio Galión, según otros Anneo Novato Galión; así le llama Tácito (Anales, lib. XV) y el mismo filósofo Séneca (Naturales Quaestiones, lib. III). Y el padre Martín Antonio del Río, eruditísimo varón de la Compañía de Jesús, en la vida que escribió bien larga en latón de los Sénecas prueba que han de ser dos Galiones; el primer Galión hermano de la mujer de Séneca el Viejo, llamada Helvia, y tío de los tres hermanos dichos, el segundo hermano de Séneca el Viejo. Consta claro lo primero porque a Séneca el Viejo lo llama en sus libros "noster Galión" y vese, evidentemente, habla de otro que de su hijo (Declamaciones, prefación, lib. VII):
"Así mismo voy a enseñaros el libro que pedíais de nuestro Galión y su prefacio".
Libro X:
"Es verdad lo que dijo nuestro Galión sobre él".
"Así mismo voy a enseñaros el libro que pedíais de nuestro Galión y su prefacio".
Libro X:
"Es verdad lo que dijo nuestro Galión sobre él".
De donde se colige que escribió algún libro (Prefación, lib, III) tratando de los dos oradores Porcio Latrón y Galión, sus condiscipulos, donde hace memoria de otros dos oradores de su tiempo Fusco y Albucio.
Vienen a decir:
"En cuanto a esto confrontaron que la gloria de Latrón fuese el alma de Galión."
Y en el libro primero de Suasorias (Suasoria III) hace de él larga memoria y de la estima que de él hacían en Roma otros oradores, y el mismo emperador Tiberio, el cual gustaba mucho de sus obras, que parece fueron también en poesía y que era grande amigo de Ovidio Nasón. De donde se colige que éste, siendo escritor en tiempo del viejo Séneca, no pudo ser su hijo, sino hermano suyo o de su mujer, como dice el padre Martín Antonio del Río, y por eso le llamo "noster", o por haber sido natural de Córdoba. Sacó algunas obras que por irse perdiendo recogió alguno fragmentos. Los sacó a la luz Séneca el Viejo, así lo dice (Controversias, lib, I, controversia I y V, 67) el autor de claros oradores. Reprehende con los copetes de mecenas "tinnitus gallionis", que parece serían algunos gritillos que daba orando, no tan buenos. Eusebio lo llama orador disertisimo y dice que en el año 66 en que Lucano se mató a sí mismo. Y así no puede ser tío de los Sénecas que fue prefecto de Egipto porque murió mucho antes de este tiempo.
De este tío y no de Galión, hermano de los Sénecas, entienden algunos en haber sido cónsul de Roma y procónsul de Acaya, de quien habla San Jerónimo (Isaías, Prefación; lib, VIII) y en los actos de los apóstoles (cap.18) porque se dice que estando en Corintio fue traído ante él y acusado San Pablo de los judíos, y él les respondió:
"-Si se tratase de alguna injusticia o crimen maligno, oh judíos, yo os escucharé pacientemente como es de razón, pero si es cuestión de palabras y nombres y de vuestra ley allá vosotros: yo no quiero ser juez de estas cosas-. Y los echó del tribunal. Entonces se apoderaron todos de Sóstenes, el jefe la sinagoga, y lo golpearon delante del tribunal sin que nada de esto le importase a Galión".
En lo primero, en no meterse juez seglar en cosas eclesiásticas bien hizo, pero en no acudir a estorbar el mal trato que le hacían a San Pablo no hizo bien en permitir le tratasen mal. Pero el cardenal Baronio (Analium, tom. I, fol. 403) le parece no fue él sino Junio Novato Galión, hermano de Séneca el filósofo y prohijado del orador Galión, porque como pone esta prisión de San Pablo al año de 53 de Cristo si fuera el primer Galión este procónsul tuviera más de cien años, porque había sido condiscípulo de Séneca el Viejo y alcanzaron ambos a Cicerón, y las mismas razones para que sean dos Sénecas, padre e hijo, ésas muestran fueron dos Galiones. Ayuda a esto Séneca el filósofo y no la primera opinión [...] donde hace expresa mención de su estadía en Acaya, que viene bien con lo que escribe de Galión la Sagrada Escritura.
Este segundo Junio Novato Galión, hermano del filósofo Séneca, es muy alabado, de bonísima condición, de grande afabilidad y prudencia en su gobierno y negocios. De esto le alaba su hermano Séneca el filósofo (Naturales Questiones, lib. IV y V, cap. 11), y Papinio poeta (Silvae, lib. II) dijo:
"Puedes atribuirte a Lucano que a él diste al mundo, más que a Séneca, y tú has generado al dulce Galio."
Fue, dice Xifilino, en su hablar gracioso. Y hablando ñade que, pareciéndole mal que Claudio hiciese llevar asido de un garabato los cuerpos de los condenados a la plaza y de allí echarlos al río, cuando murió el emperador se solemnizó el haber dicho Galión que Claudio había sido en su muerte arrebatado al infierno con garabatos. Fue senado y, habiendo pasado por los oficios de cuestor y pretor, vino a ser cónsul de Roma y procónsul de Acaya. Desterróle de Roma Tiberio, como dicen Tácito y Dión, porque propuso el senado que los soldados pretorianos, que eran la guardia del emperador,cuando pasasen a ser eméritos, quiere decir privilegiados por su vejez de llevar la paga sin hacer oficio, gozasen la preeminencia de senarse en los teatros a mirar los juegos públicos en las catorce gradas en que se sentaban los caballeros romanos. Al emperador le supo mal este voto y, con demasiada cólera, le reprehendió por carta, que estaba ausente de Roma, diciéndole que para qué se metía él con los soldados de su guardia, de cuyas causas y premios ninguno sino el emperador ha de tratar, que con esta honra les daba ocasión de alborotos y motines. Luego le desterraron a la isla de Lesbo, fértil y deleitosa, aunque el senado, con gusto del emperador, le volvió a Roma dándole las casas de amigos suyos por cárcel. Muerto Tiberio quedó libre Galión y en su pujanza y prosperidad de senador romano.
Muerto su hermano Séneca el filósofo por el ingrato discípulo temió grandemente por su vida; echosé a los pies de Nerón pidiendo no le hiciese agravio, pues no lo merecía por delito alguno que contra él hubiese hecho. Nerón como se vería harto de sangre humana, no le perdonó, y así, dice Dión, que poco después de su hermano murió dejando un hijo llamado Séneca el Trágico, de quien, y de Lucano después diremos.
Adelina Cano Fernández // Vicente Millán Torres
Fuente: Historia General de Córdoba de Andrés de Molina
Edita: Ayuntamiento de Córdoba, Área de Serv. Cult. y Turismo, edic. cofinanc. por la Excma. Diputación de Córdoba, Deleg. de Cultura.
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