jueves, 3 de junio de 2010

PAUL VERLAINE - POEMAS

Aria de antaño

"Son joyeux, importum, d'un clavecin sonore"
Petrus Borel

Lucen vagamente las teclas del piano
a la luz del suave crepúsculo rosa,
y bajo los finos dedos de su mano

un aire de antaño canta y se querella
en la diminuta cámara suntuosa
en donde palpitan los perfumes de Ella.

Un plácido ensueño mi espíritu mece
mientras que el teclado sus notas desgrana;
¿por qué me acaricia, por qué me enternece

esa canción dulce, llorosa e incierta
que apaciblemente muere en la ventana
a las tibias auras del jardín abierta...?


Canción de otoño

Los sollozos más hondos
del violín del otoño
son igual
que una herida en el alma
de congojas extrañas
sin final.

Tembloroso recuerdo
esta huida del tiempo
que se fue.
Evocando el pasado
y los días lejanos
lloraré.

Este viento se lleva
el ayer de tiniebla
que pasó,
una mala borrasca
que levanta hojarasca
como yo.


Lasitud

Encantadora mía, ten dulzura, dulzura...
calma un poco, oh fogosa, tu fiebre pasional;
la amante, a veces, debe tener una hora pura
y amarnos con un suave cariño fraternal.

Sé lánguida, acaricia con tu mano mimosa;
yo prefiero al espasmo de la hora violenta
el suspiro y la ingenua mirada luminosa
y una boca que me sepa besar aunque me mienta.

Dices que se desborda tu loco corazón
y que grita en tu sangre la más loca pasión;
deja que clarinee la fiera voluptuosa.

En mi pecho reclina tu cabeza galana;
júrame dulces cosas que olvidarás mañana
Y hasta el alba lloremos, mi pequeña fogosa.

Mi sueño

Sueño a menudo el sueño sencillo y penetrante
de una mujer ignota que adoro y que me adora,
que, siendo igual, es siempre distinta a cada hora
y que las huellas sigue de mi existencia errante.

Se vuelve transparente mi corazón sangrante
para ella, que comprende lo que mi mente añora;
ella me enjuga el llanto del alma cuando llora
y lo perdona todo con su sonrisa amante.

¿Es morena ardorosa? ¿Frágil rubia? Lo ignoro.
¿Su nombre? Lo imagino por lo blando y sonoro,
el de virgen de aquellas que adorando murieron.

Como el de las estatuas es su mirar de suave
y tienen los acordes de su voz, lenta y grave,
un eco de las voces queridas que se fueron...


Serenata

Como la voz de un muerto que cantara
desde el fondo de su fosa,
amante, escucha subir hasta tu retiro
mi voz agria y falsa.

Abre tu alma y tu oído al son
de mi mandolina:
para ti he hecho, para ti, esta canción
cruel y zalamera.

Cantaré tus ojos de oro y de onix
puros de toda sombra,
cantaré el Leteo de tu seno, luego el
de tus cabellos oscuros.

Como la voz de un muerto que cantara
desde el fondo de su fosa,
amante, escucha subir hasta tu retiro
mi voz agria y falsa.

Después loare mucho, como conviene,
A esta carne bendita
Cuyo perfume opulento evoco
Las noches de insomnio.

Y para acabar cantaré el beso
de tu labio rojo
y tu dulzura al martirizarme,
¡Mi ángel, mi gubia!

Abre tu alma y tu oído al son
de mi mandolina:
para ti he hecho, para ti, esta canción
cruel y zalamera.

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