A veces me pregunto que clase de mundo le estamos dejando a nuestros hijos, esta pregunta viene a raíz de un artículo que ayer día 15 de julio publicó el diario El País en relación a la ofensiva militar israelí de hace varios meses sobre Gaza.
Ya el titular enviado por Juan Miguel Muñoz "NO HABÍA INOCENTES EN GAZA",expresa en toda su crudeza y a través de las entrevistas que una ONG israelí hace a 22 militares que participaron en esta llamada "guerra de defensa" en la que emplean la táctica de tierra quemada que utilizó el ejercito nazi en Rusia y otros países europeos, y explican con todo lujo de detalles el objetivo primordial del ejercito judío, esto es la aniquilación sistemática de la mayor cantidad posible de civiles mujeres, ancianos y niños en este caso Palestinos.
Terrible es el único adjetivo que se me ocurre cuando lees que en este mundo en el que vivimos y habitamos existen "personas", que protegidas por "otras" no les importa hacer sufrir a otras personas llegando incluso a masacrarlas no se sabe bien en nombre de qué y por qué, lo único cierto es que actúan en función de unos intereses particulares ya sean religiosos, ya de enemigos invisibles, ya sean económicos envueltos en tintes de dudosa legalidad.
La verdad no existen los adjetivos cuando tienes que calificar las muertes gratuitas de un ser humano y especialmente cuando se realizan de forma premeditada como en este caso y como alguna vez leí o escuche la única verdad demostrable hasta ahora es que "el hombre es un lobo para el hombre" y el único ser vivo que es capaz de matar por placer, ojala que en algún momento seamos capaces de madurar como seres humanos y dejemos de matarnos los unos a los otros.
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